Talgo gana los 2.642 millones del contrato del siglo de Renfe por fabricar y mantener 30 trenes AVE
Es el contrato del siglo, o al menos así lo veían las dos empresas que llegaron a la ‘final’ para hacerse con la construcción y mantenimiento de hasta 30 trenes de alta velocidad para Renfe. Talgo ha resultado finalmente la ganadora y se embolsará unos 2.642 millones de euros en los próximos años, según ha anunciado este lunes el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, después de que el consejo de administración de la operadora ferroviaria aprobara la adjudicación.
Los fabricantes que pujaban por el mayor contrato de la historia de Renfe han sido los españoles CAF y Talgo, el francés Alstom y el alemán Siemens, mientras que el quinto aspirante, el canadiense Bombardier, quedó descalificado en la fase de la evaluación de las ofertas técnicas.
El ministro ha destacado que la oferta de Talgo, con un coste total de 786 millones de euros entre suministro (337,1 millones menos que el máximo que ofrecía la licitación) y mantenimiento (448,9 millones menos), supone una rebaja del 28,3 % respecto al precio máximo de 1.096 millones que estaba dispuesto a pagar Renfe por los 15 primeros trenes y su mantenimiento durante 30 años.
El coste de fabricación por tren es de 22,5 millones de euros y el de mantenimiento por kilómetro de 2,49 euros.
Dinamizará la economía
En los pasados días, cuando se abrieron los sobles, se comunicaron los dos finaliesta y Renfe aseguró que, además de cubrir sus necesidades de flota, este pedido de trenes contribuirá a la recuperación de la economía española, dado que calcula que generará 1.000 nuevos puestos de trabajo, según datos de la empresa que recoge Europa Press.
Además, dinamizará un sector que cuenta con varias fábricas e instalaciones en España que lleva años centrándose en pedidos para el exterior ante la ausencia de demanda nacional.
Renfe resuelve así este histórico contrato un año después de sacarlo a concurso en diciembre de 2015. No obstante, la compañía tuvo que relanzar el proceso en mayo de este año para ajustar los pliegos de contratación a un recurso que presentó Bombardier, que posteriormente quedó descalificada de la puja.